Carla Pons nos muestra su estudio de tatoos y quiere que veamos como le hacen uno en la pierna. Durante el proceso aparece el Potro de Bilbao y con el morbo del dolor Carla se ha puesto tan cachonda que termina follándose al chico mientras el tatuador intenta acabar su obra.
Carla Pons, tras hacer running con las tetas fuera por todas las calles de Barcelona se cruza con Rob Diesel y esto solo puede terminar con un buen polvo para celebrar tan ricamente haber pasado por el quirófano para presumir de semejantes pechugas. Vosotros mismos opinar sobre el tema, si os molaba más antes o ahora con sus tetas recientemente tuneadas.
Carla Pons tiene un problema mental, es ninfómana y acude a un psicólogo para que ponga fin a la dolencia, lo que no sabe ella es que el psicólogo le tiene preparado una sorpresa, cámara para grabar la sesión y un hipnotismo al más estilo y puro "zulú", hace que Carla entre en estado de somnolencia, para el aprovechamiento del curandero para traer a un cliente, pagarle y echarla un polvo sin precedentes. El cliente no es otro que Antonio Aguilera, el "ex" de Falete se pone las botas con semejante hembra, y no es para menos, Carla puede presumir de tener un cuerpazo espectacular.