La baronesa Faith pasó la noche aburrida sola en su cama, esperando con impaciencia la llegada de su hombre... ¡Sobre todo porque este, un caballero hasta la médula, le había preparado panqueques para desayunar! Así que la joven tetona no podía dejar pasar la oportunidad y ofrecerle una recompensa digna de su inversión... Y conociendo a la traviesa chica, ¡estaba claro que sería muy picante!