Lexi Luna esperaba una entrega, cuando llegó el repartidor, entró en la casa como se le indicó, pero algo le llamó la atención, había un gemido proveniente de la otra habitación, intrigado, caminó hacia el sonido que se hacía cada vez más fuerte, hasta que vio a Lexi en su cama, medio desnuda, exponiendo sus grandes tetas redondeadas y complaciéndose a sí misma con un consolador rosa. el chico se hipnotizó, no pudo evitarlo, tuvo que mirar, cuando Lexi se dio cuenta de que la estaban observando, se indignó, saltó de la cama de inmediato, tomó al repartidor por el cuello y lo arrojó sobre su cama, ella estaba cachonda, así que decidió usarlo para darse placer, primero se sentó en su cara y le hizo comer su coño, luego se burló de él jugando con sus grandes tetas hasta que se puso muy duro. Entonces él lo hizo fue follarla por toda su cama en cada posición que conocían, hasta que rompió su enorme descarga en su vagina.