Madison Ivy se está preparando para ir a una gala que es un evento de su esposo cuando descubre que su collar de perlas ha desaparecido. De hecho muchas cosas han desaparecido últimamente. Ella le menciona el robo a su esposo y él decide que revisarán las bolsas antes de irse cada noche. El mayordomo los escucha y una vez que está solo, revela que él es el ladrón. Madison se da una ducha y, mientras ella está ocupada, el mayordomo entra en su habitación para reemplazar el collar robado, ¡y queda atrapado en el proceso! El mayordomo cree que está en problemas y trata de explicarse, pero Madison, en cambio, le da las gracias, pensando que encontró el collar. Como buen samaritano, el mayordomo merece algún tipo de recompensa por sus acciones heroicas. ¿Qué tal una mamada y el puto coño húmedo de Madison?