Después de ayudar a Jade a sentirse segura con su vestido de novia, es hora de que Tia Cyrus calme las inquietudes de Alex antes de la boda. Tia encuentra a el novio Alex sentado en la mesa del comedor clasificando las invitaciones de boda, y su plan para ayudar a Alex se traduce en una provocación oculta. Un asombrado Alex se excusa para ir a bañarse para relajarse y poner en orden sus pensamientos. Tia, sin embargo, no dejará a Alex solo, incluso si eso significa meterse a escondidas en la ducha y arriesgarse a que la atrapen una vez más en el nombre de ayudar a Alex y Jade a lograr sus sueños.