Riley Reid tenía la casa para ella sola, así que decidió pasar un tiempo complaciéndose a sí misma. Sin embargo, su sesión de masturbación fue interrumpida con un golpe en la puerta. Se acercó a la puerta para descubrir que era el amigo de su hermano que lo estaba buscando. Fue en este momento que Riley se dio cuenta de lo útil que podía ser. Ella llevo al amigo de su hermano y le hizo que le comiera el coño. Después de arrojarle un chorro de agua en la cara un par de veces, ella comenzó a trabajarse su pene. Llegó el momento de que su polla penetrara su coñito bien mojado. Riley se puso a follar en su sala de estar, chorreando varias veces antes de recibir una descarga gigante de semen por toda su cara.