Ludivine, de 34 años, vino a Budapest para descubrir el trasfondo de la capital del porno europeo, y aprovechó la experiencia de su amigo Vince para visitar cada rincón de la ciudad húngara. Y después de un día agitado, la joven ofrece a su anfitrión un masaje relajante... Por supuesto, el lascar no pierde la oportunidad de pervertir a la zorra pulposa con el ardor que le conocemos!