Anna Bell cuelga sus bragas en la línea para que se sequen y entra para hacer una llamada telefónica. Mientras habla en la cocina, ve a un ladrón robando sus bragas. Anna sale y atrapa al ladrón llamada Ashly Anderson en el acto. Anna arrastra a Ashly dentro de su casa y la ata con una cuerda. Le enseña a la niña traviesa una lección haciéndola gatear por el suelo y besarle los pies. Sintiéndose generosa, Anna decide recompensar a Ashly por su buen comportamiento follándola con un gran dildo.